01 abril 2011

CAJASAI, RINDE TRIBUTO A LAS GLORIAS DEL DEPORTE ISLEÑO…JAIME RODRIGUEZ, TERROR DE BOLIVAR…PERO NUNCA LES PUDO GANAR….

Sin lugar a dudas al lado del Monteriano Manuel Hernández Sibaja, este Isleño conforma el dúo de lanzadores zurdos más terrorífico, que han enfrentado los bateadores Colombianos, y de otros países cuando vistieron la camiseta de Colombia en torneos Internacionales.
Sus inicios practicando deportes en su natal San Andrés, no fueron precisamente en el Beisbol, pues en 1958 cuando comenzaron sus inquietudes deportivas, practicaba Futbol.
Contaba con 14 años, sus progresos en el balompié eran muy pocos, y fue entonces cuando el querido y recordado maestro BALDO ARCHBOLD, quien lo tomo para enseñarle las primeras clases de los bates y las manillas, lo llevo al viejo estadio de la Loma, donde mostro una gran actitud para este deporte, entonces quería convertirse en outfielder, pero ante el poder de su brazo , el viejo maestro lo convenció para que se fundamentara como lanzador, lo hizo con tanta vehemencia y tenia tanta calidad que muy pronto los bateadores que enfrentaban al equipo de la Loma, comenzaron a hablar de las virtudes del zurdo lanzador, por esa época ya contaba con 16 años, pero su desempeño parecía el de un veterano del montículo, como no estaban reglamentadas las edades en el  beisbol de las Islas, fue convocado para integrar la selección, que asistiría al torneo Nacional de ese año, el traslado al continente había que hacerlo en barco, por lo que por los riesgos que representaba para el, por su corta edad su madre se opuso, y vio frustrado su sueño de representar a su tierra, corría el año 1962.

             Defendiendo los colores de Bogotá  
El tiempo pasaba, y Jaime perfeccionaba su calidad de lanzador siempre bajo la mirada del maestro Baldo, quien también le aconsejaba para manejar el temperamento en el montículo, factor importante en la vida de un lanzador, pues cada bateador merece una concentración en cada lanzamiento, por eso es agradecido y señala que de los técnicos que pasaron por su  vida: Capi Castillo, Quique Hernández, Félix Puello, Pedro Ortiz, Manía Torres, ninguno influyo tanto en su formación de lanzador, como el maestro Sanandresano.
Hacia finales de la década  de los 60, se enrola en las filas del Ejercito Colombiano, teniendo como base la guarnición de Coveñas, por lo que entre 1969, y 1970, se vincula con el Beisbol de Córdoba y milita en el equipo Cardenales, al lado de Guillermo  Regadera Rodríguez, Osvaldo López, Ovidio Martínez, Edmon Cordero, y otras figuras también legendarias del beisbol Cordobés;  ese año en 1970 es llamado por el equipo de las Fuerzas Armadas, y participa en el campeonato Nacional de Ibagué.
En 1971 incursiona en el beisbol de la capital del país, y hace parte de la selección  Bogotá al campeonato Nacional de Sincelejo, en ese evento no pudo enfrentar a San Andrés, pues el delegado Isleño le hizo ver al desaparecido Hermes Barros delegado capitalino, que Jaime pertenecía a la liga de las Islas,  al no haber solicitado la baja, por lo que aun conservaba su registro, en la liga del Archipiélago, entonces Jaime oriento al zurdo Alsina, como debía mezclar su picheo para derrotar al trabuco Sanandresano.
Para el campeonato Nacional de Santa Marta en 1972, el zurdo de oro de las serpentinas, regresa a casa para enfundarse la casaca de su San Andrés, y comenzar a imponer su ley de gran lanzador, hasta convertirse en el terror de la fuerte artillería de Bolívar, que por esa época brillaba con sus famosos tractores: Leal, Ñato Ramírez, Bayuelo, Bartolo Gaviria, etc.
Jaime Rodríguez nunca pudo ser apaleado por Bolívar, ni por ningún equipo Nacional, su picheo quebrado fue su mejor recurso, y de los grandes jonroneros de Colombia, solo recuerda un cuadrangular de Humberto Bayuelo, en e l campeonato Nacional de Santa Marta, producto de la única vez que quiso ponchar con una velocidad que nunca fue su fuerte, en ese juego San Andrés quedo en el campo, como siempre que perdió con Bolívar, por la mínima diferencia.
Sentado con gafas Jaime Rodríguez con su equipo de toda la vida: LOMA.
Esa es una de las pocas frustraciones que le dejo el Beisbol: en los torneos Nacionales, y por el gran dominio que ejerció sobre el recio  bateo Bolivarense, fue catalogado, como el TERROR DE BOLIVAR, pero nunca les pudo ganar, y siempre que perdió fue por la mínima diferencia, y además casi siempre por una infantilada de sus compañeros  o por un error garrafal, también guarda una gran tristeza por no haber conformado el equipó Isleño de 1979, que fue SUBCAMPEON en Cartagena por una diferencia con el manager Eduardo Castro durante la preparación, pero fue el primero en celebrar ese éxito, por el gran cariño y respeto que siempre profeso por sus compañeros de oficio, y por el gran amor al Beisbol de su tierra Sanandresana.
Mas de 25 años de Beisbol, le dejaron con una pensión que consiguió, paradójicamente el único año que no jugo con su equipo de la Loma, pues los directivos se rehusaban a jugar en el estadio del centro, entonces Ernesto Perry, le ofreció trabajo en el Ministerio de Obras Publicas, para que jugara con el equipo de San Luis, lo hizo y duro trabajando 21 años, lo que le permite, en virtud a esa pensión, vivir dignamente, gracias a un trabajo que le dio el deporte de su vida: EL BEISBOL. Por eso ahora quiere aportar al desarrollo de la nueva generación de Beisbolistas de las Islas, no solo sus conocimientos sobre el picheo, también aportar su experiencia de vida, para que los jóvenes se encaminen hacia la práctica del deporte de una manera sana, y responsable, quiere brindarse entero, para devolverle a las Islas y al rey de los deportes, algo de lo mucho que el pudo tener, gracias a la práctica de este deporte.

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