“El Mandarinosqui Mayor”: de los micrófonos a la Alcaldía de Cartagena
Fue alcalde del municipio de San Antero y profesional universitario en el área de la administración en salud en el departamento de Córdoba. Durante más de 25 años ha trabajado en medios de comunicación. En un principio fue narrador deportivo y luego en el ejercicio del periodismo social a través del “Noticiero Popular” de RCN.
Teherán, un afrocolombiano de casi sesenta años y que no pertenece a la tradicional élite política, Cartagenera, se convirtió en la principal opción de las clases menos favorecidas desde el momento en que comenzó hacer efectivas las diferentes campañas que por más de ocho años emprendió a favor de esas clases desprotegidas, en las zonas marginales, micrófono en mano y de frente con esas comunidades.
Por este tipo de actitudes, Campo Elías Terán es tan conocido por ello que su apodo, 'el mandarinosqui mayor', se refiere a su generosidad. La historia, contada por él, es que hace años se dio cuenta de que cuando los pensionados van a cobrar su mesada hay grupos de muchachas que los esperan para seducirlos y quedarse con su dinero. Al ver cómo los ‘pelaban’, se acordó de lo fácil que es pelar una mandarina, y los bautizó como ‘mandarinosquis’. Y, como, según dice, él regala y comparte todo lo que tiene, sus amigos lo terminaron llamando ‘el mandarinosqui mayor’.
Pero no todo es color de rosa para Campo Elías, pues lo ven débil a la hora de los temas de ciudad, administración pública, planeación, y falta de experiencia, y no es una crítica gratuita: Terán no ha sido elegido para ningún cargo público, lleva 20 años sin trabajar en el Estado y no es parte de una familia de políticos.
Campo se defiende. Recuerda su experiencia como administrador de salud en el hospital de Montería capital de su departamento de origen, Córdoba, donde tuvo actividad política, también como Alcalde de su natal San Antero. Y argumenta: “Soy un hombre estudioso, trabajador, y, sobre todo, tengo el apoyo de Dios”, dice y anuncia que va a estudiar administración pública, “especialmente con el tema de contratación pública, que es por el que tantos terminan en la cárcel”.
Aunque tiene claro que su principal apoyo fue en los barrios populares, Campo Elías evita ponerse de su lado y contra la elite Cartagenera. “A mí me reciben bien en el Club Cartagena”, dice. “Quiero que la clase empresarial tenga confianza en mi”, y les alarga la mano con dos propuestas: Es partidario de crear exenciones tributarias que permitan que más empresas se asienten en la ciudad y creen empleo. “Somos la segunda ciudad más exportadora del país, pero el 97 por ciento de lo que exportamos no es producido en Cartagena” recuerda. Además, quiere hacer obras. “Hay que hacer una unión con la sociedad de ingenieros y arquitectos para hacer obras para la movilidad. La ciudad necesita puentes.
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